Manejo clínico de la fiebre amarilla: recomendaciones para la identificación precoz y el tratamiento intensivo

Mosquito aedes aegypti

Washington D.C. 07 de mayo de 2025 (OPS) – En respuesta a la emergencia de fiebre amarilla que se está registrando en varios países de la región, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó un seminario virtual centrado en el manejo clínico del paciente con fiebre amarilla. El evento reunió a expertos brasileños que compartieron lecciones clave y recomendaciones prácticas derivadas de su experiencia durante la epidemia de 2017–2018 en Brasil, así como de los casos más recientes. 

Desafíos en la detección temprana

El Dr. Dario Ramalho, médico intensivista e infectólogo del Hospital Eduardo de Menezes en Belo Horizonte, Brasil, compartió hallazgos basados en la atención de miles de casos durante los brotes anteriores en Brasil. Señaló que, debido a la baja frecuencia de casos, los equipos clínicos muchas veces no reconocen de inmediato la enfermedad, lo que dificulta el diagnostico oportuno y la respuesta temprana. Subrayó que la fiebre amarilla se presenta con síntomas iniciales similares a otras arbovirosis y que los marcadores más tempranos de gravedad suelen estar relacionados con la función hepática. 

Además, enfatizó que los cuadros graves evolucionan con rapidez, y que manifestaciones como ictericia, sangrado, disminución del estado de conciencia y convulsiones son indicativos de gravedad, en una fase avanzada, en la que las posibilidades terapéuticas son limitadas si el paciente no está en una unidad de cuidados intensivos. 

Atención del paciente critico 

La Dra. Ho Yeh Li médica intensivista de la facultad de medicina de la Universidad de São Paulo, reforzó la necesidad de hospitalizar a todos los pacientes sospechosos de fiebre amarilla, incluso aquellos con formas leves. Basándose en su experiencia en São Paulo durante el brote de 2018, destacó que la progresión a formas graves puede darse en cuestión de horas. 

Detalló las manifestaciones multiorgánicas más comunes en casos graves: encefalopatía hepática, miocarditis, insuficiencia renal aguda, pancreatitis y sangrado digestivo masivo. Recomendó el uso sistemático de exámenes como transaminasas, coagulación, gasometría, función renal y amonio. 

También destacó la implementación de estrategias avanzadas de soporte intensivo, incluyendo diálisis temprana basada en acidosis metabólica, profilaxis anticonvulsiva en pacientes con encefalopatía y uso de inhibidores de bomba de protones y ácido tranexámico para controlar el sangrado digestivo. 

Los expertos destacaron el uso de intercambio plasmático terapéutico (plasmaféresis) como intervención clave para reducir la carga viral y modular la respuesta inflamatoria en pacientes con disfunción hepática grave. Esta estrategia se implementó exitosamente en Brasil, logrando mejorar la sobrevida en casos graves y se realiza únicamente en hospitales de referencia. 

Preparación hospitalaria y referencia oportuna 

Los expertos coincidieron en la importancia de establecer centros de referencia bien equipados, capaces de ofrecer cuidados intensivos con acceso a diálisis continua, banco de sangre y laboratorio completo. El Dr. Ángel Rodríguez, Asesor de Manejo Clínico de la OPS recomendó priorizar la transferencia temprana de pacientes aún en fase moderada hacia centros de mayor complejidad, para evitar complicaciones y desenlaces fatales. 

Este seminario subrayó que, frente a una enfermedad tan agresiva y veloz como la fiebre amarilla, la clave está en el diagnóstico precoz, notificación oportuna, la hospitalización para tratamiento y monitoreo de la gravedad, así como el acceso a cuidados intensivos especializados. 

Documentos clave y guías clínicas actualizadas sobre el manejo clínico de la fiebre amarilla: